La devoción al paso histórico de Jesús Nazareno Camino del Calvario, en Lorquí, hunde sus raíces en la segunda mitad del siglo XVIII, ligado a la sombra de la burguesía local y, especialmente, del todopoderoso Don Alejandro Marco Martínez, oriundo de Cox (Alicante), alcalde y mayordomo fabriquero del pueblo de Lorquí y de su templo parroquial durante varias décadas del setecientos, y a la mayordomía de Los Remedios que, al menos, desde 1718, se había iniciado en la devoción a los Dolores de María, de los que la iconografía de Jesús Camino del Calvario, es el Cuarto Dolor. En este sentido y entendiendo que las antiguas y muy generalizadas mayordomías, fueron unas asociaciones protocofrades, podemos afirmar que la actual Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Lorquí es continuadora histórica de aquella mayordomía del Antiguo Régimen. La misma, suprimida por el Intendente en 1770, pasó la continuidad del culto y procesión a la familia Marco hasta 1900 en que D. Alejandro Marco Hiniesta pasó la camarería a D. Gregorio García Gil de cuyos herederos nació la corporación nazarena actual.

En este sentido si queremos encontrar una institución cofrade semejante a la actual, no hay constancia documental hasta principios de siglo XX, en una publicación del periódico La Verdad de 1927 en que el mismo D. Gregorio García Gil manifiesta su intención de fundar una cofradía. No obstante desconocemos si la intención fraguó en la redacción de unos estatutos.
Volviendo sobre nuestros pasos, desconocemos, por lagunas en el archivo parroquial, el año exacto de la llegada al municipio de la señera Imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno. Así, como hemos apuntado con anterioridad, todo parece indicar que esto sucedió durante la década de 1760 y que, junto a la imagen de la Virgen Dolorosa, también de Francisco Salzillo, la talla se custodió en la gran casa blasonada que los Marco tenían junto al nuevo templo parroquial en aquellos momentos en plena construcción por el arquitecto neoclásico Pedro Gilabert.
Mucha devoción tuvieron que despertar tan señeras imágenes, pues en 1799, año de finalización de las obras del nuevo templo y bendición del mismo, la campana principal recibió el significativo nombre de “Jesús-María de los Dolores”. Cuando, en 1827, se procede al traslado público del Santísimo Sacramento al nuevo tempo y, por tanto, se abandona el anterior, ambas piezas salzillescas ocuparon lugares preferentes al ubicarse en el crucero, donde actualmente las podemos seguir contemplando.
Como se ha apuntado en diferentes estudios y publicaciones, el caso de Lorquí, adquiere una gran significación puesto que era el esencial resumen del gran despliegue pasional de la célebre cofradía de Jesús de Murcia. Reflejo ésta de la implicación burguesa en la renovación barroca de los desfiles procesionales.
La llegada a Lorquí de la imagen de Jesús Nazareno permitió la realización de la procesión del Calvario y, consecuentemente, completar los antiguos desfiles procesionales de la centuria anterior. De esta forma, a las procesiones vespertinas del Jueves Santo y el Santo Desenclavamiento y procesión del Santo Entierro, se añadían los instantes pasionales anteriores con las flamantes imágenes de Ntro. Padre. Jesús y la Virgen Dolorosa en la mañana del Viernes Santo. Hasta 1936 este desfile ascendía, hasta la cumbre del pequeño cabezo de la Ermita o de Los Pasos donde, a finales del siglo XVIII, se había levantado un Vía Crucis y durante varias décadas del siglo XIX, también había servido como cementerio. Todo nos hace creer que en la cumbre de este histórico cabezo era donde Jesús impartía la bendición con el mecanismo con el que fue concebido desde su origen. Tal vez también lo hiciera en el encuentro de las actuales calles Mayor, Don Pedro Gil y Virgen del Rosario, pues ahí estaba la casa de Don Alejandro Marco.
Es destacado en la historia de la cofradía la genealogía de los diversos camareros de la sagrada talla. Desde la década de 1760 hasta el año 1900 fueron “Los Marco” los responsables del cuidado y culto de la venerada imagen. Destacar a D. José Marco Marco que en 1860 encargó la célebre” túnica Marco” a la afamada casa Garín de Valencia. Este encargo fue exclusivo y se realizó con un exquisito diseño que dicha fábrica no volvió a realizar para ninguna otra imagen. Los últimos Marco relacionados con las imágenes salzillescas fueron los hijos del anterior: Don Alejandro y Doña Ángeles Marco Hiniesta. Ambos hermanos, al no tener hijos, legaron las camarerías de dichas imágenes a dos personas distintas y no emparentadas entre sí. En el caso de Jesús Nazareno, la camarería fue cedida por Don Alejandro a un trabajador suyo: Don Gregorio García Gil, “El Tío Grillo”, en 1900. En el caso de la imagen mariana se hizo a su ahijada Doña Pepita Ayuso. Del primero se conserva el documento episcopal de nombramiento, firmado por el obispo Don Tomás Bryan Livermore, algo no demasiado habitual y que nos certifica las buenas relaciones del citado Don Alejandro con la mitra. También nos significa el empeño de éste en el celo y cuidado de la sagrada Imagen. Desde 1900 algunos descendientes de Don Gregorio estarán vinculados con el culto y exorno del Señor. Mencionar a doña Irene García Martínez, hija de D. Gregorio y, muy especialmente, a una nieta del mismo: Dña. Antonia Asensio García.

En el año 1980, será esta última quien, junto con el entonces párroco Don Antonio López Belchí, funde la cofradía de Ntro. P. Jesús Nazareno. Esta señora será la primera presidenta de la cofradía y a su muerte, le sucederá su hijo Don Sebastián Marín Asensio que lo ejerce hasta la actualidad. No obstante la aprobación canónica de la cofradía no se producirá hasta 1993 siendo párroco D. José Prior Campillo y obispo de Cartagena D. Manuel Ureña. De este modo, durante la década de los ochenta se pasó, tras más de dos siglos de devoción y culto, de una estructura marcadamente familiar a otra más plural, compleja y organizada. También, desde entonces la Cofradía de Ntro. P. Jesús ha trabajado por la mejora del culto de la imagen, tanto público como privado teniendo como grandes hitos históricos, la instauración del besapié y Misa de Hermandad el Primer Viernes de Marzo, en 1981, la realización de un retablo el mismo año, la restauración de la imagen en Madrid en el año 1994, el traslado de la misma, en el año 2000, a su capilla original en el crucero, tras ocupar, durante sesenta años la capilla primera de la nave de la epístola; la incorporación de la Cofradía a la procesión del Resucitado con el paso de la Cruz Triunfante, en el 2001; la recuperación de la Bendición de Ntro. Padre Jesús Nazareno, en 2015; la recepción de una marcha de música para dicho acto en 2019, donada por el joven médico y compositor D. Cristian Marco y el encargo de dos ángeles pasionarios a Ramón Cuenca en en 2015 y 2020. Tras la muerte de Doña Antonia Asensio García, la camarería vuelve a los Marco en la persona del hermano Don Emilio José Marco Gomariz, con la ayuda de D. Martín Sánchez. Este último, a su vez, es tataranieto del camarero Don Gregorio García Gil y, también, hermano de la cofradía.
Actualmente, son unos 250 hermanos los que forman la nómica de la cofradía de Jesús Nazareno de Lorquí. Una cofradía que, aunque su configuración jurídica real es, relativamente, reciente, hunde sus raíces en el setecientos y en la fe sincera y el amor de muchos nombres anónimos que durante varios siglos han venerado a Jesús Nazareno como Luz del mundo y Salvador de sus vidas.